Os dejo unas pildoritas formativas, para que os hagáis una idea de lo que disfrutamos:
De las cañas de después no pienso publicar nada, pues estas cosas son como en Las Vegas: lo que allí sucede, allí se queda! Pero ellos y yo sabemos cuánto nos reímos y las ganas que nos hemos guardado para futuras ocasiones. Pues las habrá, sin duda: desde los tiempos en los que yo también era alumna de los talleres de escritura, compruebo que se trata de una larga tradición del linaje de profesores de escritura creativa: una clase no es clase si no hay cañitas después. Ojalá pudiera seguir ese patrón con todos los clientes a los que imparto formación... pero claro, no todos tenemos el mismo encanto ni la misma inspiración.
Así que ya os aviso: en la próxima firma de libros, o en el próximo premio que ganen estos talentosos escritores, estaré allí. Y podré presumir, llena de orgullo, de que yo ya sabía que llegarían lejos ;-) Muchas gracias a todos por haberme permitido compartir este trozo del camino.
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